domingo, 28 de agosto de 2011

Una rana que no existe

Mientras Charles Brewer me iba suministrando datos científicos sobre la Gran Sabana, llegamos a una piedra de tranca: la rana cuyo veneno, batrachotoxina, utiliza el asesino en su dardos.

Yo había estado investigando sobre la rana más venenosa del mundo, Phyllobates terribilis de la familia de las Dendrobatidae, pero esta rana sólo se halla en Quebrada Guangui, Colombia. En mi investigación había encontrado que el veneno batrachotoxina sólo se encuentra en esta ranita colombiana (que existe en tres colores: amarillo, menta y anaranjado), la Phyllobates terribilis y en tres aves venenosas de Papúa Guinea: Pitohui dichrous, Pitohui kirhocephalus e Ifrita kowaldi.


Esta es la ranita:
Phyllobates terribilis


Y estos son los pájaros de la Nueva Guinea:




Ifrita kowaldi

Pitohui dichrous

Pitohui kirhocephalus


Me preguntaba: "¿Y qué hay en común entre estas dos especies tan distintas de animales que las hace venenosas? ¿Producen ellas mismas el veneno? La respuesta es NO. Pierden toxicidad en cautiverio, lo que significa que obtienen el veneno del ambiente que las rodea cuando se alimentan. ¿Y qué comerían estas ranas y estos pájaros para obtener batrachotoxina?

Pues comen este animalito:  


Batrachobeetle. Choresine de la familia de los Melyrids


Es decir, que las ranitas y los pájaros obtienen el veneno de este pequeño escarabajo. Pero eso me dejaba con más interrogantes porque la Papúa Guinea está situada encima de Australia y Colombia queda al otro lado del Océano Pacífico. Encontré esta página de internet sobre una investigación sobre estos escarabajos y esta frase me aclaró las dudas:

The family Melyridae is cosmopolitan, and relatives in Colombian rain forests of South America could be the source of the batrachotoxins found in the highly toxic Phyllobates frogs of that region. (Traducción: La familia Melyridae es cosmopolita y sus parientes en  las selvas tropicales Colombianas de Sur América podrían ser la fuente de batrachotoxina encontrada en las ranas Phyllobates altamente tóxicas de esa región.)

Lo que quiere decir que si en la selva tropical de Colombia se encuentran estos pequeños escarabajos, también es posible que se encuentren en Venezuela.


Entonces consideré que si la Gran Sabana está todavía bastante virgen y tanto Charles Brewer como uno de sus colaboradores, el herpetólogo César Barrio Amorós, estaban todavía encontrando animalitos nuevos para la ciencia y poniéndoles sus nombres, ¿por qué no podría inventar para mi novela especulativa la existencia de una ranita parecida a la Phyllobates terribilis que fuese hallada por el asesino en el Churí-tepuy? Pues así lo hice, inclusive en contra de mis dos amigos científicos, Charles y César, porque la ciencia está llena de posibilidades y la ficción también.




Charles brewer-Carías y César Barrio Amorós


César Barrio Amorós







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